Corría finales del siglo XVIII cuando las rutas marítimas entre Portugal y Galicia con el lejano Oriente nos trajeron entre otras maravillas estas bellas y enigmáticas flores. Reservadas en un principio para los pazos y casas señoriales de la nobleza gallega, pronto se hicieron un hueco en todos los jardines, tanto públicos como privados, de Galicia convirtiendo a ésta comunidad en un referente en el cultivo de la misma gracias a que sus condiciones climáticas propiciaron el asentamiento de ésta flor. En esta ruta recorreremos 12 Pazos y jardines donde la camelia luce en todo su esplendor.
PAZO DE MARIÑÁN
Situado en Bergondo (A Coruña) el hermoso y apacible Pazo de Mariñan con sus espectaculares escaleras y balaustradas barrocas, cuenta con un jardín de camelias estilo francés en forma de herradura que bordea el Río Mandeo y una inmensidad de especies arbóreas y laberintos que, en cualquier época del año, convierten la visita en un auténtico placer. Y como buen Pazo gallego cuenta con una gran leyenda, porque como se dice aquí “Eu non creo nas meigas, mais habelas, hainas”. En el embarcadero del Pazo hay una lápida con forma de rizo, de aquellos que llevaban las damas antiguamente en un camafeo junto al pecho, realizada en mármol con la inscripción “La nada, aquí”. La leyenda cuenta la historia de dos hombres tapados, una mujer y una barca una noche de luna en donde no se sabe bien que ocurrió pero uno de los hombres cayó muerto. El hombre volvió en forma de espectro desde lo eterno para indicarle a su amada la intranscendencia de los esfuerzos en esta vida “la nada, aquí” le dijo flotando en el muro que separa la ría del pazo. La dama dejó caer su camafeo con el rizo y pasó a formar parte del “otro mundo” sin volver a aparecer ni siquiera en forma de espectro.
ALAMEDA DE SANTIAGO
En Santiago de Compostela nos encontramos la Alameda de Santiago, una ruta en forma de herradura en la que las camelias son las protagonistas. Estas flores son las que amparan la ermita de Santa Susana junto con 300 árboles milenarios. Las camelias fueron plantadas para la Exposición Agrícola, Industrial y Artística que se celebró en Santiago en 1858 para deleite de vecinos y visitantes que recorren sus jardines con especial predilección por el Paseo de las Letras Galegas presidida por la monumental estatua homenaje a Rosalía de Castro. Y como curiosidad podemos destacar que, entre los árboles de la Alameda, se encuentra el abeto apodado la Perona que fue plantado por Evita Perón cuando visitó la ciudad en 1947.
PAZO DE SANTA CRUZ DE RIVADULLA
Este Pazo lo podemos localizar en la localidad de Vedra, a orillas del río Ulla y data del siglo XVI. El canónigo de la catedral de Santiago de Compostela fue quien se hizo con las propiedades donde se asienta el pazo. En sus terrenos nos encontramos con una cascada, estanques y fuentes de la que destacamos la fuente de “La Coca”, nombre gallego que se da al dragón alado de la mitología (que forma parte del antiguo símbolo heráldico) y que aparece representado en varios de los escudos del Pazo. Todo en este Pazo es fascinante, pero son sus árboles ornamentales (Boj, Olivos, tulipanes, robles y por supuesto camelias) los que hacen de este lugar algo único como pudo comprobar Jovellanos en su época después de estar alojado aquí.
Fotografías cedidas por Pazo de Rivadulla
PAZO DE OCA
A veces no nos damos cuenta que lo mejor lo tenemos en casa. Tras la niebla del Pico Sacro podemos encontrar este Pazo, reconocido como uno de los mejores jardines del mundo y apodado el “Versalles Gallego”. El Pazo de Oca se levanta sobre una fortaleza medieval aunque ha sufrido varias transformaciones a lo largo de los siglos que le han dado el aspecto que tiene ahora. En sus jardines nos podemos encontrar un lavadero de finales del s. XVIII cubierto por un tejado de madera a cuatro aguas, un hórreo que se ajusta a la tipología característica de la comarca del Ulla y también se conserva un invernadero, considerado uno de los más antiguos que se conocen en España, y que está construido con un frente de grandes cristaleras blancas orientadas al sur y divididas por pilares de granito; junto a éste podemos descubrir un laberinto de parterres de boj inspirado en el dibujo de un pavimento de la catedral de Canterbury. En los jardines también hallamos un laberinto de árboles de camelia que predispone al viajero a perderse en él. Otro de los grandes atractivos del pazo es un estanque doble, separado por un puente de piedra y en el que parecen flotar unas barcas; en una de ellas se alza una figura humana en pie mediando entre las aguas de arriba que representan a las virtudes con las de abajo que representan la oscuridad. Si después de todo esto no quieres perderte las maravillas de este pazo la mejor época para ver los jardines en plenitud es en marzo donde los colores rojos, rosas y blancos de las camelias se erigen en todo su esplendor.
CASA – MUSEO ROSALÍA DE CASTRO
“La Casa de la Matanza” fue la casa donde residió hasta su muerte la autora de “Cantares Gallegos” convirtiéndose años más tarde en un museo dedicado a su memoria. El hogar se conserva prácticamente inalterado en su estructura de dos plantas. La baja se denomina “el perfil de la sombra” y está destinada a mostrar la importancia literaria de la escritora y la alta denominada “lo suyo”, es una recreación ambiental de la residencia de Rosalía con elementos de una casa rural de aquellos tiempos. La casa se encuentra rodeada de unos jardines que en los tiempos de Rosalía estaban concebidos como huerta y que ahora mismo se recrean como un jardín de la época, aunque no fue hasta el fallecimiento de la escritora cuando se empezaron a plantar las camelias.
PAZO DE RUBIÁNS
Está situado en Vilagarcía de Arousa y aunque el Pazo data del siglo XV su aire francés se debe a una reforma llevada a cabo en el siglo XVIII. Sus jardines de aproximadamente 65 hectáreas están catalogados como “Jardín de Excelencia Internacional”. Pero la gran protagonista de los jardines es la camelia que fue plantada en 1850 después de un regalo de los Duques de Caminha (Portugal) y de la cual ahora mismo hay más de ochocientas clases de camelia en el pazo. Durante la visita podrás pasear por su jardín inglés, por el emparrado del estanque de las ranas, o por el laberinto del jardín francés diseñado por Dolores Urcola y sus hijas dedicándole especial atención a las camelias.
Después de este primer paseo por la Ruta de las Camelias en Galicia nos hacemos una idea de por qué es una de las flores más románticas que existen y está considerada como la flor de la felicidad y la longevidad.